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Esqueje de olivo: cómo reproducir un olivo a partir de una rama

Esqueje de olivo: cómo reproducir un olivo a partir de una rama

El olivo es uno de los árboles más emblemáticos y longevos del Mediterráneo, y su cultivo ha sido clave en la producción de aceite de oliva virgen extra durante siglos. Si tienes un olivo y quieres multiplicarlo, los esquejes son una de las formas más efectivas de hacerlo sin necesidad de germinar semillas, asegurando que el nuevo árbol mantenga las mismas características de la variedad original.

En este artículo te contaré todo lo que necesitas saber sobre la reproducción del olivo mediante esquejes, desde el tipo de rama que debes seleccionar hasta los cuidados necesarios para lograr un buen enraizamiento. Si sigues cada paso con paciencia y dedicación, podrás obtener un nuevo olivo fuerte y saludable sin complicaciones.

¿Qué es un esqueje de olivo?

Un esqueje es una parte de una planta (normalmente una rama) que, al separarse de la planta madre y someterse a las condiciones adecuadas, desarrolla raíces y se convierte en una nueva planta independiente. En el caso del olivo, este método de propagación es muy utilizado porque permite obtener árboles idénticos al original, manteniendo la genética y, por tanto, sus características productivas y resistencia a enfermedades.

A diferencia de la germinación a partir de semillas, que puede dar lugar a árboles con variaciones genéticas y tardar muchos años en dar fruto, un esqueje de olivo enraizado puede comenzar a producir aceitunas en un período más corto de tiempo, dependiendo de las condiciones de cultivo y la variedad.

¿Cuándo es el mejor momento para hacer esquejes de olivo?

Si bien el olivo es un árbol resistente, no todas las épocas del año son igual de favorables para la reproducción por esqueje. Los mejores momentos para cortar y plantar esquejes de olivo son la primavera y el otoño, cuando las temperaturas son suaves y la humedad ambiental favorece el desarrollo radicular.

En invierno, el olivo entra en reposo vegetativo, lo que hace que el enraizamiento sea más lento. En verano, el calor extremo puede secar los esquejes antes de que tengan oportunidad de desarrollar raíces.

Dicho esto, si vas a intentarlo en otras estaciones, puedes hacerlo con más cuidados, asegurando una buena hidratación y protección contra temperaturas extremas.

Cómo seleccionar el mejor esqueje

La elección del esqueje es clave para aumentar las probabilidades de éxito. No todas las ramas sirven, así que debes prestar atención a los siguientes aspectos:

  • Grosor y longitud: El esqueje debe tener un grosor similar al de un lápiz (alrededor de 1 cm de diámetro) y una longitud de 20 a 30 cm.
  • Edad de la rama: Es recomendable elegir ramas semileñosas, es decir, aquellas que no son ni demasiado tiernas ni completamente lignificadas. Estas tienen un mejor equilibrio entre flexibilidad y capacidad de enraizamiento.
  • Estado sanitario: Asegúrate de que la rama esté sana, sin signos de plagas, hongos o enfermedades.
  • Cantidad de hojas: Es mejor optar por esquejes con algunas hojas, pero sin exceso, ya que demasiadas hojas pueden aumentar la transpiración y hacer que el esqueje pierda agua antes de enraizar.

Una vez seleccionado el esqueje, conviene cortarlo con una tijera de poda bien afilada y desinfectada para evitar infecciones.

Preparación del esqueje antes de plantarlo

Una vez tengas tu esqueje, no basta con plantarlo directamente en la tierra. Hay algunos pasos que pueden aumentar considerablemente su capacidad de enraizar:

  • Eliminar las hojas inferiores: Para reducir la pérdida de agua, deja solo 2 o 3 hojas en la parte superior del esqueje y elimina las inferiores.
  • Realizar un corte limpio en la base: Haz un corte diagonal en la base del esqueje para aumentar la superficie de absorción de agua y nutrientes.
  • Aplicar hormona de enraizamiento: Sumergir la base del esqueje en hormona de enraizamiento en polvo o en gel ayuda a estimular la producción de raíces. Este paso es opcional, pero altamente recomendable.
  • Dejar reposar el esqueje: Algunos cultivadores recomiendan dejar el esqueje reposar en un lugar fresco y sombreado durante 24 horas antes de plantarlo, para que la herida del corte cicatrice un poco.

¿Dónde y cómo plantar el esqueje de olivo?

Los esquejes pueden enraizar en macetas, bandejas de propagación o directamente en el suelo, dependiendo de las condiciones disponibles y el número de esquejes que vayas a propagar.

Para aumentar las probabilidades de éxito, sigue estos consejos:

  • Sustrato adecuado: Usa un sustrato ligero y bien drenado, como una mezcla de arena y turba, o perlita y vermiculita. Un suelo muy compacto puede provocar que el esqueje se pudra antes de enraizar.
  • Profundidad de plantación: Entierra el esqueje entre 5 y 10 cm en el sustrato. Asegúrate de que la base esté bien cubierta y compacta para evitar bolsas de aire.
  • Riego y humedad: Mantén el sustrato ligeramente húmedo, pero evita el encharcamiento. Un exceso de agua puede generar hongos y pudrición.
  • Temperatura y luz: Ubica el esqueje en un lugar con luz indirecta. Evita el sol directo en los primeros días, ya que puede deshidratar el esqueje. La temperatura ideal está entre 18 y 25 °C.
  • Efecto invernadero: Para mantener una humedad constante, puedes cubrir los esquejes con una bolsa de plástico transparente o colocarlos dentro de un invernadero casero. Es importante abrir la bolsa un rato cada día para evitar la condensación excesiva y la aparición de hongos.

¿Cuánto tarda en enraizar un esqueje de olivo?

El proceso de enraizamiento del olivo es relativamente lento. Puede tardar entre 6 semanas y 3 meses en desarrollar raíces visibles, dependiendo de la variedad, la temperatura y la humedad ambiental.

Durante este período, es importante ser paciente y mantener los cuidados sin alterar demasiado el esqueje. Una vez notes que el esqueje ha desarrollado nuevas hojas y está bien sujeto en la tierra, significa que las raíces han comenzado a formarse.

Cuidados posteriores y trasplante

Cuando el esqueje haya enraizado, aún necesita cuidados antes de ser plantado en su ubicación definitiva:

  • Aclimatación: Si has mantenido el esqueje en un ambiente controlado, como un invernadero, acostúmbralo poco a poco a condiciones exteriores para evitar un choque térmico.
  • Riego moderado: Reduce progresivamente la frecuencia de riego para que las raíces se fortalezcan y busquen agua en profundidad.
  • Trasplante a suelo definitivo: Se recomienda esperar al menos 6 meses antes de trasladar el esqueje a campo abierto. Elige un lugar con buena exposición solar y suelo bien drenado.

Propagar un olivo mediante esquejes es una técnica sencilla, pero requiere paciencia y cuidados específicos para asegurar el éxito. Si sigues cada paso con atención, podrás obtener nuevos olivos idénticos a la planta madre, listos para crecer y producir aceitunas en unos años.

Recuerda que el éxito de un esqueje no depende solo del corte y la plantación, sino también del ambiente en el que lo cuides durante los primeros meses. Con el tiempo y la práctica, podrás perfeccionar esta técnica y conseguir que tus esquejes de olivo enraícen con éxito.